En cualquier laboratorio, pesar no es solo una tarea rutinaria: es el punto de partida de muchas decisiones clave. Una medida incorrecta puede afectar una reacción, alterar resultados o incluso poner en duda la trazabilidad de un proceso. Por eso, contar con una balanza adecuada es una necesidad.
En esta guía te contamos todo lo que debes saber sobre balanzas de laboratorio: desde qué son, los diferentes tipos que existen, hasta cómo elegir la más adecuada para tu entorno y cómo mantenerla en buen estado.
¿Qué es una balanza de laboratorio y para qué se utiliza?
Las balanzas de laboratorio son instrumentos de precisión diseñados para medir la masa de sustancias, desde miligramos hasta kilogramos, dependiendo del modelo. Su uso es transversal a múltiples sectores: farmacéutico, biotecnológico, alimentario, químico o clínico, entre otros.
La función es simple en apariencia, pero su impacto es enorme: una medición exacta asegura calidad, coherencia y trazabilidad.
Tipos de balanzas: encuentra la que necesitas
No todas las balanzas son iguales, y saber diferenciarlas puede ahorrarte muchos problemas. Estos son los principales tipos:
Balanzas analíticas
Diseñadas para medir masas muy pequeñas con una precisión altísima (hasta 0,1 mg), son fundamentales en laboratorios que trabajan con muestras delicadas o procesos críticos. Suelen incorporar cortavientos y sistemas de calibración automática para minimizar errores.
Balanzas semi-micro
Con una legibilidad aún más fina (hasta 0,01 mg), están pensadas para tareas altamente exigentes como análisis de pureza, formulación o determinaciones precisas en investigación. Ideales para laboratorios que necesitan la máxima precisión y trazabilidad.
Balanzas de precisión
Tienen mayor capacidad que las analíticas, aunque con menor resolución (0,001 g – 0,1 g). Son versátiles y adecuadas para el trabajo diario en laboratorios de control de calidad, producción o investigación general. Algunas versiones incluyen funciones estadísticas o de conteo.
Balanzas industrialesIdeales para pesar materiales en mayor volumen, con menos sensibilidad que las de laboratorio. Son comunes en entornos de producción, almacenes o laboratorios de control de materiales. Resistentes, rápidas y con capacidades que pueden superar los 60 kg.
Balanzas de humedad
Utilizadas para determinar el contenido de humedad de una muestra a través de calor controlado. Son esenciales en industrias como la alimentaria, farmacéutica o cosmética, donde el porcentaje de humedad influye directamente en la calidad del producto.
Lee nuestra guia de cómo elegir la balanza adecuada para tu laboratorio.
¿Como prologar la vida útil de tu balanza?
Una balanza bien cuidada puede durar muchos años con un rendimiento impecable. Estas son algunas buenas prácticas:
- Calibrarla con regularidad
- Limpiarla tras cada uso, evitando acumulación de residuos
- Evitar sobrecargas que puedan dañar el sistema interno
- Colocarla en una superficie estable y sin vibraciones
- Manipular las muestras con guantes o pinzas para no contaminar el plato
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