En cromatografía líquida, hay detalles que no se ven… pero se notan. Uno de los más comunes (y a menudo subestimados) es la calidad de los disolventes y aditivos que se utilizan en la fase móvil. Aunque a simple vista parezcan correctos, si no tienen la pureza adecuada pueden comprometer por completo tu análisi s.
¿Por qué importa tanto la pureza?
Porque los contaminantes —incluso en trazas— pueden provocar:
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- Líneas base inestables
- Picos no deseados (los famosos ghost peaks)
- Baja sensibilidad en la detección
- Daños en la columna o el sistema
- Líneas base inestables
Cada método analítico tiene sus exigencias. En aplicaciones con gradiente, por ejemplo, los disolventes deben ser de grado específico para garantizar resultados reproducibles. Y si trabajas con espectrometría de masas, usar disolventes LC-MS no es opcional: es imprescindible.
El agua: ¿pura de verdad?
El agua que usas en tus análisis debe ser más que "limpia". Idealmente, debe ser ultrapura y adaptada a tus necesidades (HPLC o LC-MS grade). Sistemas de purificación especializados aseguran que esté libre de contaminantes inorgánicos y orgánicos, algo que un simple desionizador no garantiza. Ojo: muchas veces, el agua es la mayor fuente de ruido en el sistema y no lo sabes.
Buffers y soluciones: lo reciente y bien filtrado, siempre mejor
Los buffers envejecidos o mal almacenados también son un riesgo. Además de degradarse con el tiempo, pueden servir de cultivo para microorganismos. Para evitarlo:
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- Prepara las soluciones justo antes del análisis.
- Filtra siempre: 0,22 μm si usas UHPLC, 0,45 μm para HPLC convencional.
- Añadir un pequeño porcentaje de disolvente orgánico o conservantes como azida sódica puede marcar la diferencia.
- Prepara las soluciones justo antes del análisis.
Errores humanos: tan comunes como evitables
Tapones mal cerrados, frascos abiertos en la bancada durante horas, devolver solventes al frasco original o usar reactivos caducados… Son gestos pequeños, pero sus consecuencias pueden ser grandes. Y lo peor: muchas veces no sabrás de dónde viene el problema hasta que es demasiado tarde.